domingo, 30 de diciembre de 2007

Navidad































El día de Navidad lo pasamos con mis tíos y mi prima con su novio. Ellos viven en Ludwigshafen, unos 150 kilómetros de Saarbrücken. Bueno, me levanté con mucho mareo y un ataque de migraña se estaba avecinando. Ya sabía que el tiempo iba a cambiar. Tengo, desde siempre, la sensibilidad a los cambios meteorológicos. Tomé, intentándo prevenirlo, un antalgín. En camino a Ludwigshafen, me relajé un rato en el coche, pero no se me pasaba, iba a más. A cosa de las 12 llegamos en casa de mis tíos....con felicitaciones ect...y de allí fuimos a casa de mi prima Katja, la que había preparado una buena comida: Una crema de "raíces de perejil" con pato y lomo de cerdo en salsa de castañas. Pero primero brindamos con cava y abrimos regalitos....Mi tío Lothar de Hamburgo también estaba.

Estuvimos desde las 13 horas hasta las 18 horas sentados en la mesa...de sobre mesa con velas encendidos, sin luz, en el hogar calentito y fuera empezó a nevar. Al mediodía ya estaban cayendo los primeros copos de nieve (de ahí mi migraña) y bueno - lo anunciaron como "nieve industrial" - la última moda en Alemania! No es nieve natural, sino esta nieve se forma cuando los partículas de agua se dan contra los partículas de polvo industrial (vamos, de la contaminación) y se va formando la nieve alrededor del polvo y cae al suelo....la última moda en Alemania....¡Nieve industrial! - Industrieschnee.

A partir de las 4 de la tarde me encontraba mejor - había tomado un segundo antalgín despues de comer y poco a poco, se me iba quitando. Pero tenía hasta la espalda tensa de aquella migraña. No se lo había dicho a nadie, quería estar con mi familia y disfrutar el día. Eso de decir "tengo migraña" y acabar en el dormitorio aislada a oscuras, como tantas veces hacía cuando vivia en Alemania, no quería eso. "Ay Amanda, que tal las Islas Canarias...que tal la vida alla?" Y yo venir con la migraña, el sufrimiento de toda la vida - pues no. Lo único que no bebía alcohol y que no podía comer tanto.

A cosa de las 20 horas volvimos a casa en coche....hacía viento, niebla, estaba nevando un poco y yo sabía - aunque disfrutaba de estas navidades - que no podría vivir allí. La temperatura había "subido" a 0 grados, había humedad y empezó a nevar fuerte. La sensación térmica era para mí mucho más frío que cuando había bajo cero 10 y hacía sol. La humedad hace que parece que el frío se te mete en los huesos.

El míercoles, 26 de Diciembre, el segundo día de Navidad (en Alemania hay dos días de Navidad) nos quedamos en casa todo el día. Todo blanco y lleno de nieve fuera....no apetecía salir. Me encontraba bien otra vez, pero tenía mucho frío. Era mi último día y mis padres estaban un poco triste que me iba, yo estaba triste que mis padres estaban triste y bueno - lo sentía también, pero en el fondo me alegro volver a Tenerife - se da uno cuenta del paraíso en el que vive. Inimaginable rascar hielo en el coche por la mañana en Tenerife. A veces me pregunto ¿Porqué no vienen mis padres a vivir a Tenerife? Pero ellos se encuentran muy bien allá, tienen la vida allá. Bueno - en Febrero vienen a Tenerife por 9 días! ¡A los carnavales!

1 comentario:

Bea Roque dijo...

Pues mira tú por donde, yo también me pasé el día 26 en casa... pero con catarro, jeje. Besos. Bea