domingo, 30 de diciembre de 2007

Vuelo DE4472

El 27 de Diciembre tenía que madrugar a las 3 de la madrugada. A las 3 y media me vinieron a buscar (el transfer). Porque mi vuelo salía a las 08:45 h de Stuttgart y son tres horas de coche para llegar allá. No había vuelos más cercanos....pero bueno....para estar en Navidad con la familia se hace de todo, jejeje.

En el coche dormía (bueno, hacía que dormía, ya que no tenía ganas de hablar con el conductor). Al abrir los ojos después de dos horas, solo veía un montón de niebla....un poco antes de llegar al aeropuerto, fuimos a una gasolinera para tomar un café y un croissant. Le invité al conductor a un café con leche, él no quería croissant. Bueno - 2 cafés con leche y un croissant - 7,80 Euros! No me lo podía creer. Hasta para ir al baño, hay que pagar. En serio, hay como una entrada a los baños que es como en el metro de Madrid. No sabes si vas al vater o si vas a coger el metro. Metes 50 céntimos y te sale un tiquet y puedes pasar....luego para salir, metes el tiquet y te dejan salir.

A las 06:30 h llegué al aeropuerto, facturé la maleta y bueno...a esperar aburridamente. Desayuné otro croissant por si acaso, llamé a mis padres que ya estaba en el aeropuerto y a las 8:10 nos iban a llamar para embarcar. Todo el mundo ya estaba en la puerta esperando. Yo contenta de poder dormir en breve. Iba cargada complicadamente con una chaqueta gorda, un abrigo, una mochila y el bolso. De repente dice el hombre por un micrófono en la puerta que no podíamos embarcar todavía, que habían visto que alguien había forzado la puerta del avión durante la noche y que tenían que detectar quién era, que en 15 minutos iba haber más información.

A los 15 minutos nos dijeron que no sabían quien era, que tenían que registrar todo el avión por si alquien había puesto una bomba. Tenían que sacar toda la comida y chequear. Estaba la policía allí. Tenían que conseguir de otro lugar un aparato especial para la detección de bombas, no lo tenían en el aeropuerto y tenían que conseguirlo en otro lado...bueno, entre pitas y flautas embarcamos con 2 horas de retraso.

En el momento de sentarme en el avión, me llamó mi padre al móvil, si ya estaba solucionado el problema o no (lo había llamado contándole la historia). Le dije que sí, que me acababa de sentar en el avión, que todo ok. Y apagué el móvil, contenta y tranquila. Ya estaban enseñando el vídeo de medidas de seguridad y el avión ya estaba en movimiento hacia la pista de despegue.

De repente, frenó, se apagaron los motores, las luces, el vídeo, todo. Olía un poco a gasolina. El piloto dijo:"Bueno, hemos detectado aquí un fallo técnico. O no pasa nada o la tenemos muy gorda." Y la azafata yendo a paso rapido por el avión...abrió la puerta delantera y mi corazón se disparó a 220 por lo menos, toda la adrenalina por mi cuerpo, miedo ya que sonaba como si "o no pasa nada o explota todo ahora mismo". Empecé a templar, a rezar internamente, no quería mostrar mi pánico, ya que los demás tampoco lo hacían. Solo se escuchaban comentarios tontos como:"Bueno, a lo mejor sí han encontrado explosivos." O "bueno, a lo mejor saltamos ahora por los aires".

Yo me había quitado lentamente el cinturón, atenta a los toboganes amarillos, atenta a los toboganes amarillos.....en cuanto iba a ver uno - IBA SER LA PRIMERA QUE SALÍA!!! En la puerta delantera pusieron unas escaleras y subió un técnico, para ver el fallo. A lo mejor eran las turbinas. Ya no me sentía bien en ese avión, tenía miedo que a lo mejor alquien había roto algún motor o cable....cualquier otra cosa que no sea poner una bomba, pero que también podía perjudicar a todos....ese día sentí lo que era el miedo y el pánico....me dije que nunca más me montaba en un avión. (Ahora fríamente ya no pienso así, volveré a viajar).

Al final no era nada y despegamos. Hasta que no llegamos a 10 mil metros de altura, no me quedé tranquila.

Nunca estaba tan contenta de llegar sana y salva.

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